"Pensar que la vida es fácil, es lo más parecido a morir"
- Terry Gilliam
Terry Gilliam, único miembro americano del corrosivo grupo británico Monty Python, siempre lo tuvo claro, lo suyo era la animación. Los puentes de short cuts que enlazaban los sketches del afamado e inolvidable show The Monty Python´s Flying Circus, hablan por si mismos. Gilliam adora distorsionar la realidad con simples y oscuros planteamientos que referencian desde el mejor humor negro al amor por pequeños fragmentos de surrealismo sublimado, sin importarle demasiado si se trata de un personaje animado o uno de carne y hueso a la hora de retorcerles e introducirles en un mundo cuya desmedida capacidad visual será uno de los sellos indiscutibles que lo acompañarán durante toda su brillante obra.
Potentísima y concisa filmografía, que amplia batallando con estudios, productoras, actores, localizaciones hostiles,distribuidoras, crítica y taquilla. Las dificultades a las que se enfrenta Gilliam con cada proyecto, se mide en titulos abandonados, metrajes amenazados, encarnizados enfrentamientos personales y presupuestos excedidos, que muy pocos están dispuestos a asumir en ese sistema de Hollywood que focaliza la importancia y calidad del cine en rentabilidad económica y finales felices.


"Brazil" (Brazil, 1985) la pesadilla kafkiana de Gilliam, aborda ese desencanto categórico desde la óptica de un funcionario (Jonathan Pryce) del todopoderoso Ministerio de Información, enfrentado a toda una superestructura por un sueño -y por un error, tambien de tintes Orwellianos-, que se acabará convirtiendo en su única salida posible. La película ejemplificaría la relación del cineasta con los estudios, quienes apostaban por recortar su duración, acotando su vasta y desbordante imaginación. Curiosamente el apoyo de Robert DeNiro -misterioso héroe/fontanero en la película-, y de Steven Spielberg resultaron cruciales para sacar adelante Brazil. Spielberg ya se había enfrentado a las mismas voces dentro de la Universal, por el control total de E.T. (E.T. the extra-terrestrial, 1982), y no dudó en apoyar a Gilliam y su genial película, a pesar de su "desolador" desenlace.



En "El sentido de la vida" (The meaning of life, 1983), Gilliam y Jones, volverían a trabajar con su eficaz pero cada vez más desquebrajado grupo por última vez, concatenando sketches que materializaban el espíritu de las animaciones agrupados en capítulos tan absurdos como la vida misma. Premio especial del festival de Cannes en 1982, y uno de mis recuerdos cinematográficos de infancia más recurrentes. Otros acuden a la Biblia.

Un relato demente y muy divertido del periodista deportivo Hunter S. Thompson, llevó a Gilliam a sumergirse en la complicada traducción cinematográfica del periodismo gonzo con la adaptación de la psicodélica de "Miedo y asco en las Vegas" (Fear and loathing in las Vegas, 1998). Thompson, supuso una vuelta de tuerca subjetivísima y frenética al nuevo periodismo que se venía practicando en los sesenta y que Capote metabolizó a la perfección en "A sangre fría" (1966). Con un disimulado estilo cartoon, la película mueve a dos individuos drogados hasta la extenuación, por un paisaje conocido y retratado en mil ocasiones como paradigma del sueño americano. El sueño, se va tornando acalorada pesadilla paranoica a medida que las drogas abren de par en par en sus quijotescos protagonistas las puertas a la distorsión lisérgica -amenizando con una excelente banda sonora- visión aclaratoria, subjetiva y crítica con los valores americanos, o sea caldo para todos.
En 2005 Gilliam retornaría tras las cámaras con el relato ambientado en los populares cuentos de los hermanos Grimm, un entorno más que adecuado para su derroche de fantasía. "El secreto de los hermanos Grimm" (The brothers Grimm, 2005), contiene algunos de sus rasgos cinematográficos más discutibles y artificiales, pues intentaba volver a la descarada frescura iconoclasta de sus anarquistoides visiones medievales, si bien, esto no se puede volver a repetir, y desde luego no con Matt Damon de protagonista. Aun así nos permitió disfrutar de un Heath Ledger que empezaba a desencasillarse, y de los miticos bosques encantados cobrando vida en pantalla grande. Poco más que correcta y muy lejos de ser el excitante delirio infantil que requerían los ya dulcificados cuentos que reescribían los polémicos hermanos, la película fue suspendida una temporada por el propio Gilliam por los problemas de producción, para dedicarse a un proyecto mucho más personal y terrorífico.

Crítica y público maltrataron la película. Porque resultaba excesivamente larga e introspectiva los primeros, y porque supongo que pensaban que iban a ver una especie de "El sexto sentido" los segundos.

Traspasar los estrechos márgenes de la realidad es posible a través del espectáculo del Doctor Parnassus -siempre impecable Christopher Plummer-, una encarnación ancianísima, alcoholica y poco esperanzadora del bien, entre cuyas capacidades reside la de recrear mundos a la medida de los sueños e ideales del individuo, y que es perseguido por el mismísimo diablo empeñado en sus viles y ludopáticas provocaciones, encarnado por un sobrenatural Tom Waits. Los cambios introducidos tras el fallecimiento de Ledger, habrían resultado excesivos en circunstancias normales, pero la película sale reforzada con las incursiones de Jude Law, Colin Farrel y Jonnhy Deep, en sustitución de su desaparecido amigo. El imaginario, va abandonando por momentos el normal desarrollo de la película, volviéndose más y más surrealista y simbólica, dinamitando tiempo y espacio, enterrando bajo toneladas de vigorosa creatividad esa amalgama de idiotez posmoderna y paradigmas de lo politicamente correcto que suelen hacer del mundo un sitio más aburrido y vulgar.
El hombre que rechazó proyectos como Forrest Gump, Alien Resurrection, Bravehearth y Watchmen, estrenó en el 2013 "The zero theorem", cuyo preestreno en Madrid vendrá de la mano del Nocturna 2014, inaugurando el festival de cine fantástico de la capital, que también tenemos derecho.
http://nocturnafilmfestival.com/index.php/es/noticias/380-nocturna-2014-abre-el-plazo-de-inscripcion
Hasta aquí mi pequeño homenaje al enfant terrible Gilliam. Y por favor, que no cesen las críticas, pues a algunos les hacen más geniales.
http://nocturnafilmfestival.com/index.php/es/noticias/380-nocturna-2014-abre-el-plazo-de-inscripcion
Hasta aquí mi pequeño homenaje al enfant terrible Gilliam. Y por favor, que no cesen las críticas, pues a algunos les hacen más geniales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario